martes, 29 de noviembre de 2011

Caso Lehman Brothers Holding Inc.

La quiebra del destacado banco de inversiones estadounidense


Datos de la compañía



Fundada en 1850, Lehman Brothers Holdings Inc. fue una compañía global de servicios financieros de Estados Unidos. Se destacaba en banca de inversión, gestión de activos financieros e inversiones en renta fija, banca comercial, gestión de inversiones y servicios bancarios en general. Sus principales empresas dependientes del grupo fueron Lehman Brothers Inc., Neuberger Berman Inc., Aurora Loan Services Inc., SIB Mortgage Corporation, Lehman Brothers Bank, FSB, y el Grupo Crossroads. El holding tenía su sede social en la ciudad de Nueva York, con sedes regionales en Londres y Tokio, así como oficinas ubicadas en todo el mundo. El 15 de septiembre de 2008, la compañía anunció la presentación de quiebra. Historia de la compañía
Fundación En 1844, Henry Lehman, el hijo de un comerciante de ganado, emigró a Estados Unidos desde Baviera (Alemania) y se instaló en Montgomery (Alabama), abriendo un comercio. En 1847, tras la llegada a EE.UU. de su hermano Emanuel Lehman, la empresa se convirtió en "H. Lehman and Bro." y con la llegada del hermano menor, Mayer Lehman, en 1850, la firma pasó a llamarse "Lehman Brothers". Aprovechando el alto valor de mercado del algodón, la empresa comenzó a aceptar como pago cantidades de algodón en bruto, con lo que estableció un negocio de algodón tratado, creciendo hasta convertirse en una de las más importantes de Alabama. Cuando el negocio de la comercialización de algodón se trasladó hasta Nueva York, Lehman Brothers también cambió de ubicación en 1858. Expansión La empresa superó la guerra civil de Estados Unidos sin muchas dificultades y colaboró decisivamente en la fundación del mercado financiero del algodón en Nueva York como mercado de materias primas (1884). Al mismo tiempo, diversificó su negocio entrando en los del café y los ferrocarriles. A principios del siglo XX, empezó a participar en el mercado del tabaco, creándose las primeras compañías subsidiarias del holding. La empresa también consiguió superar sin dificultades significativas la Gran Depresión de 1929. En la década de 1930 se integró en el mercado de la radio y la televisión a través de una asociación con Radio Corporation of America. En la década de 1970, la empresa adquirió la entidad financiera Abraham & Co, y después se fusionó con Kuhn, Loeb & Co, para formar Lehman Brothers, Kuhn, Loeb Inc, el cuarto banco de inversión más grande de Estados Unidos, detrás de Salomon Brothers, Goldman Sachs y First Boston. Dificultades financieras hicieron que en la década de 1980 debiera asociarse con American Express y subdividirse en varias entidades agrupadas con otras empresas. Finalmente, se estructuró en Shearson Lehman / American Express y EF Hutton & Co, unidas más tarde como Shearson Lehman Hutton Inc. En la década de 2000 se separó de American Express y comenzó a dotarse de autonomía económica de nuevo, creándose formalmente Lehman Brothers Holding Inc. Quiebra En 2007 se vio seriamente afectada por la crisis financiera provocada por los créditos subprime. Acumuló enormes pérdidas por títulos respaldados por las hipotecas a lo largo de 2008. En el segundo trimestre fiscal, Lehman informó de pérdidas de 2.800 millones de dólares y se vio obligada a vender 6.000 millones de dólares en activos. En el primer semestre de 2008, Lehman había perdido el 73% de su valor en bolsa. En agosto de 2008, Lehman informó de que tenía la intención de despedir al 6% de su plantilla, 1.500 personas. El 13 de septiembre de 2008, Timothy F. Geithner, el presidente del Banco de la Reserva Federal de Nueva York, convocó una reunión sobre el futuro de Lehman, que incluía la posibilidad de liquidación de sus activos para sanear la empresa. Lehman informó que estaba en conversaciones con el Banco de América y Barclays para una posible venta de la empresa. Finalmente, el 15 de septiembre de 2008, dos días después, Lehman Brothers anunció la presentación de quiebra al renunciar sus posibles compradores. Lehman Brothers había resistido una guerra civil, la crisis bancaria del 1907, muy parecida a la actual, también sobrevivió a la crisis económica en Estados Unidos conocida como el Crack de 1929, a escándalos en el trading de bonos, a colapsos en Hedge Funds, pero no ha superado la crisis subprime de 2008, siendo con un pasivo de $613.000 millones, la mayor quiebra de la historia hasta el momento. Venta parcial El 17 de septiembre de 2008, Barclays anunció la compra de la división bancaria del grupo por 1.750 millones de dólares, con un activo de 72.000 millones y un pasivo de 68.000 millones. La compra incluía la sede central de Lehman Brothers en Nueva York.


Cronología de acontecimientos
CRISIS EN WALL STREET Lehman Brothers se declara en bancarrota La quiebra del cuarto banco de inversión de EE UU confirma los temores sobre la estabilidad del mercado financiero del país ELPAÍS.com / AGENCIAS - Madrid / Washington - 15/09/2008
Lehman Brothers, cuarto banco de inversión de Estados Unidos, se ha declarado hoy en quiebra tras 158 años de actividad ante el fracaso de las negociaciones con las dos entidades que en un principio se perfilaban como posibles compradores, Bank of America y el grupo británico Barclays. La iniciativa, que el banco justifica en la necesidad de proteger los activos del banco y maximizar su valor, aunque se consideraba ya inevitable, tendrá importantes consecuencias para el sistema financiero del país. Lehman, que sobrevivió a guerras e incluso al crack de 1929 pero que no ha podido capear la tormenta de la crisis de crédito, ha anunciado su intención de acoger su holding al capítulo 11 del código de bancarrota de EEUU, iniciativa que no afectará ni a su división de gestión de activos ni a su filial Neuberger Berman. La bancarrota de Lehman Brothers, que ha pasado a convertirse en el tercer banco de inversión que desaparece o cambia de manos en seis meses en EE UU, representa al mismo tiempo la quiebra más importante en EE UU desde 1990, cuando presentó la misma declaración Drexler Burnham Lambert, especialista en bonos basura. Los inversores se habían vuelto en las últimas semanas cada vez más nerviosos con respecto a 46.000 millones de dólares (32.200 millones en euros) que Lehman posee en títulos hipotecarios y respaldados por activos, así como por su nota de crédito y su capacidad para reunir fondos. En cualquier caso, la declaración de quiebra no incluirá a ninguna de sus subsidiarias dedicadas a la intermediación de Bolsa, incluyendo a Neuberger Berman, que seguirán operando con normalidad. De este lado, Lehman, que ha contratado ya al despacho de abogados especializado en suspensiones de pagos Weil, Gotshal & Manges, informan Sandro Pozzi eÍñigo de Barrón, sí mantiene las negociaciones con un número de potenciales compradores de su división de administración de inversiones. De este lado, Washington, con el secretario del Tesoro, Henry Paulson al frente, exigía una solución que no implicase la intervención financiera del Estado, que ya la semana pasada tuvo que acudir al rescate de las entidades hipotecarias semipúblicas Fannie Mae y Freddie Mac y en marzo asistió a Bear Stearns tras su colapso. Sin apoyo del Estado nadie se ha atrevido a comprar Lehman Brothers, ya que hubiera exigido una inyección de capital. Bank of America se centra en Merrill Lynch En lugar de intentar hacerse con Lehman Brothers, Bank of América ha acordado la compra de Merrill Lynch, una entidad mucho mayor y de la que también se ha dicho que pasa por serias dificultades, por unos 44.000 millones de dólares (más de 31.000 millones de euros). De esta forma también protege a Merrill Lynch ante el previsible colapso de Lehman. La iniciativa de Bank of America llega al rescate de los temores de los inversores, que creen que Merrill Lynch podría ser la siguiente ficha en caer tras los problemas de Lehman. Los títulos de Merrill Lynch, que cerraron el viernes a 17,05 en la Bolsa de Nueva York, podrían pasar a valer entre 25 y 30 dólares tras este acuerdo de fusión. La Fed anuncia medidas adicionales Ante la seriedad de la situación, la Reserva Federal de EE UU (Fed por sus siglas en inglés) ha anunciado esta madrugada en un comunicado una serie de medidas adicionales para apoyar al sistema financiero, entre las que se encuentran la expansión de sus mecanismos de préstamo y la aceptación de un abanico más amplio de garantías como aval para esos créditos. Asimismo, un grupo de diez bancos internacionales, entre los que se cuentan el propio Bank of America, Barclays, Deutsche Bank y UBS, anunciaron también anoche la formación de un fondo que servirá de garantía para el sistema financiero y en el que cada entidad aportará 7.000 millones de dólares (4.900 millones).
FUENTE: http://www.elpais.com/articulo/economia/Lehman/Brothers/declara/bancarrota/elpepueco/20080915elpepueco_1/Tes



Tras la quiebra de Lehman Brothers, crece la inquietud financiera mundial.
Lunes 15 de septiembre de 2008 | 21:53
Mientras el cuarto banco de inversión de EE.UU. fracasó en su intento de encontrar un comprador, la seguradora AIG fue autorizada a tomar prestados US$ 20.000 millones de sus filiales para evitar el colapso; la Fed y el BCE inyectaron liquidez; Bank of America adquirió el Merrill Lynch; hubo una baja generalizada en las bolsas
La crisis financiera internacional registra hoy un nuevo y crucial capítulo. El cuarto banco de inversión estadounidense Lehman Brothers se declaró en quiebra, "para proteger sus activos y maximizar su valor", después de haber fracasado en su intento de encontrar comprador. La entidad financiera se acogió hoy al capítulo 11 de la ley de quiebras, que permite intentar su reorganización, informó un vocero del tribunal de quiebras de Nueva York. El portavoz no aportó más precisiones sobre los procedimientos en curso. En este contexto, Wall Street acompañó al resto de las bolsas del mundo y cerró con fuertes caídas en sus principales indicadores, al cabo de una sesión en la que el Dow Jones Industriales retrocedió 4,42 por ciento. Los mensajes de calma que lanzaron el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, y el secretario del Tesoro, Henry Paulson, no sirvieron para tranquilizar a los inversores. Las acciones de Lehman Brothers, el cuarto banco de inversiones de Estados Unidos, bajaron un 94,25 por ciento hasta los 21 centavos, tras declarase hoy en quiebra después de que este fin de semana no lograra encontrar un comprador. En sintonía, el regulador del sector financiero británico, la Financial Services Authority (FSA), aseguró que colabora estrechamente con las autoridades estadounidenses para gestionar el cierre de su principal filial británica, Lehman Brothers International, "que fue puesta en liquidación esta mañana". "Dado que el grupo gestiona su financiación a nivel mundial, las actividades comerciales británicas ya no están capacitadas para cumplir con sus obligaciones", declaró Tony Lomas, socio del a auditora PriceWaterhouseCoopers al anunciar el cierre de la entidad británica del banco.
Cimbronazo. También hubo una gran sacudida luego que otro banco de inversión, Merrill Lynch, anunciara que sería adquirido por el Bank of America. La semana pasada, el gobierno estadounidense debió rescatar a Fannie Mae y Frediee Mac, dos de las entidades hipotecarias más grandes del país. Por otro lado, el estado de Nueva York permitirá que American International Group (AIG) tome prestados 20.000 millones de dólares de sus sucursales para mantener a flote a la mayor aseguradora estadounidense, informó el gobierno estatal. AIG es otra de las instituciones que se encuentra en el ojo de la tormenta. Las principales plazas bursátiles del mundo registraron importantes caídas tras la bancarrota del banco de inversiones estadounidense Lehman Brothers y la compra de emergencia de su rival Merrill Lynch por parte del Bank of America.
El Viejo Continente. Los retrocesos fueron mayores en Europa, con bajas de más de 5% durante la sesión pero que se atenuaron al cierre. Los valores bursátiles y de seguros fueron los más afectados. El principal índice de la bolsa de Londres, el FT100, perdió al cierre 3,92% tras hundirse hasta 5,39% durante la sesión. El índice CAC 40 de la bolsa de París perdió un 3,78% tras caer hasta un 5,39%; la plaza financiera de Fráncfort limitó sus pérdidas a 2,74%; el índice Ibex 35 de la bolsa de Madrid perdió 4,50% al cierre, su mayor caída del año. El Banco Central Europeo (BCE) y el Banco de Inglaterra (BoE) inyectaron 30.000 millones de euros y 5000 millones de libras en sus respectivos mercados monetarios para intentar impedir una enorme crisis financiera. En Asia, los principales mercados bursátiles de Japón, Hong Kong y Corea del Sur no operaron debido a que festejaban un feriado, pero los que sí operaron lo hicieron con pérdidas afectadas por la inestabilidad financiera.
AIG, lucha por subsistir. El gobernador del estado de Nueva York, David Paterson, autorizó a la aseguradora estadounidense AIG, que busca desesperadamente fondos frescos, a tomar prestados 20.000 millones de dólares de sus filiales para mantener sus actividades. Paterson pidió al regulador del Estado "dar la autorización a AIG para acceder a activos por 20.000 millones de dólares por intermedio de sus filiales" con el fin de "otorgarle liquidez para las operaciones diarias de la casa matriz", declaró en una conferencia de prensa.

Caso Lehman Brothers Holding Inc. 6
 El dirigente demócrata explicó en rueda de prensa que AIG está "financieramente sana", con 77.900 millones de dólares de excedentes de fondos propios, pero que tiene problemas de liquidez. AIG tiene su sede en Nueva York y es competencia de cada Estado la supervisión de las sociedades aseguradoras. Paterson explicó que su decisión no puede ser interpretada como un plan de rescate con dineros públicos, sino que la medida "da a AIG la posibilidad de procurarse a sí mismo un crédito", y evita las dramáticas consecuencias sociales que dejaría en el Estado una quiebra del grupo.
FUENTE: http://www.lanacion.com.ar/1050112-tras-la-quiebra-de-lehman-brothers-crece-la-inquietud-financiera-mundial

EL MUNDO | LUNES NEGRO EN LOS MERCADOS
 Martes 16 de Septiembre de 2008
La quiebra de Lehman Brothers abre una crisis bursátil mundial Era el cuarto banco de inversiones en EE.UU. Pidió protección legal contra acreedores, ahogado por US$ 60.000 millones en préstamos hipotecarios incobrables. A la vez, el Bank of America compró Merrill Lynch, también en graves problemas.
En un dramático capítulo de la crisis financiera de Estados Unidos, el banco de inversiones Lehman Brothers se declaró ayer en bancarrota y pidió protección legal contra acreedores, ahogado por la carga de 60.000 millones de dólares en préstamos hipotecarios incobrables. El anuncio provocó un derrumbe de los mercados del mundo, especialmente en Wall Street, donde el índice Dow Jones perdió 4,42% y el Nasdaq 3,60%, en la peor caída bursátil de Nueva York desde el 11 de septiembre de 2001.
Al mismo tiempo, en otra muestra de la debilidad del sistema financiero estadounidense, el Bank of America compró de urgencia el banco de inversión Merrill Lynch por 50.000 millones de dólares, también en graves problemas por deudas incobrables.
En este clima, la Reserva Federal estadounidense (FED) prestó un total de 70.000 millones de dólares a los bancos, según el sitio web del banco de reserva de Nueva York, encargado de las operaciones. Fuertes rumores indicaban que hoy la FED bajaría medio punto las tasas de interés.
Tras un fin de semana de frenéticas y fracasadas negociaciones Lehman Brothers, nacido hace 158 años y considerado hasta ahora el cuarto banco de inversiones de EE.UU., se acogió al capítulo 11 de la ley de quiebras, que permite que una empresa en dificultades financieras continúe funcionando mientras se impide a los acreedores reclamar la devolución de sus activos.
Luego de que la solicitud de protección fue presentada en el Tribunal de Bancarrotas del Distrito Sur de Nueva York, la acción de Lehman fue retirada de la rueda de negociaciones de Wall Street, donde su cotización cayó el 91,23% en relación al cierre del viernes.
Lehman, que sobrevivió a terremotos financieros durante su larga existencia, es una nueva víctima de la crisis de las hipotecas basura, concedidas sin control en los últimos cinco años. El banco anunció deudas de US$ 613.000 millones al 31 de mayo y activos por 639.000 millones. El miércoles pasado, había dado a conocer una pérdida trimestral de 3.900 millones de dólares.
La última esperanza de este banco se desvaneció el domingo luego que la banca de inversiones británica Barclays PLC retiró su oferta de compra.
Los compradores potenciales fueron ahuyentados por la negativa del Departamento del Tesoro de EE.UU. de ofrecer ayuda para la compra, como sí lo hizo seis meses atrás cuando el banco de inversiones Bear Stearns se derrumbó y en el rescate de las gigantes hipotecarias Fannie Mae y Freddie Mac hace poco más de una semana, para las que inyectó 200.000 millones de dólares.
El secretario del Tesoro, Henry Paulson, dijo que jamás consideró un rescate de Lehman con fondos del gobierno, e intentó calmar los ánimos asegurando que "la solidez y la resistencia del sistema financiero estadounidense" siguen intactos. El presidente George Bush también afirmó que los mercados de capitales del país son "robustos”. En la sede de Lehman, en Manhattan, varios empleados entraban ayer a las oficinas conmovidos, agachando la cabeza. Muchos salían con cajas en las que se llevaban sus pertenencias. Por ahora es una incógnita el futuro de los casi 25.000 trabajadores. Se trata de la mayor bancarrota en la historia corporativa en cuanto a activos de la empresa, según Mike Bickford, de la firma Jupiter eSources.
En su declaración de bancarrota, Lehman mencionó a Citigroup como uno de sus principales acreedores, que tenía invertidos unos US$ 138.000 millones en bonos para el 2 de julio.
Pese a que los bancos centrales intentaron enviar mensajes de calma, las bolsas europeas y asiáticas cayeron entre 3% y 5%, en un verdadero lunes negro.
Las bolsas de América latina también registraron caídas estrepitosas. En Buenos Aires, el Merval cayó 5.18%, y San Pablo cerró con una baja de 7,59%.
El petróleo también cerró en baja, a 95,71 dólares por barril en Nueva York.
FUENTE:http://edant.clarin.com/diario/2008/09/16/elmundo/i-01761367.htm

 Miércoles 17 de septiembre de 2008
El caso Lehman Brothers: explicaciones y consecuencias
Los mercados se derrumbaron el lunes luego de conocerse la noticia de que no habría salvataje gubernamental ni compra privada de Lehman Brothers. ¿Por qué, a diferencia de otros casos, no se evitó la quiebra? ¿Qué implicancias puede tener el hecho para el sistema financiero global? Al cierre de la última semana los mercados se mostraban moderadamente optimistas con relación a los temores más recientes. Tras el salvataje de Fannie Mae y Freddie Mac, la noticia de que se estaban llevando a cabo reuniones de alto nivel sobre el futuro de Lehman Brothers permitía imaginar una probable solución a los problemas financieros del cuarto banco más importante de Estados Unidos.
Pero en esta ocasión, las reuniones del fin de semana tuvieron un final diferente. En cuanto se anunció que no habría apoyo gubernamental al plan de salvataje, muchos de los bancos que estaban participando de las negociaciones se levantaron de la mesa.
El golpe final lo dio con su salida el banco inglés Barclays, aunque -insistimos- el punto decisivo en esta negociación tuvo que ver con la negativa del gobierno norteamericano de garantizar los riesgos de la operación. La gran mayoría de las instituciones de Wall Street están enfrentando problemas evidentes de financiamiento y difícilmente se encuentren en condiciones de arriesgar capital si no cuentan con un seguro proveniente del sector público. Sabiendo esto, nos preguntamos: ¿Por qué las autoridades decidieron no apoyar el salvataje de Lehman, como sí lo hicieron con Bear Stearns?
Riesgo moral y riesgo sistémico
La industria financiera es muy diferente a cualquier otra actividad económica. La confianza en los bancos es definitivamente su principal activo.
No existe un sólo banco en el planeta que sea capaz de cumplir con todas sus obligaciones si éstas le son exigidas al mismo tiempo y sin previo aviso.
Al respecto, si se produce una crisis de solvencia en un banco, siempre existe la posibilidad de que los inversores decidan retirar también sus depósitos de otras instituciones, impulsados por el temor que genera el caso de insolvencia. Un banco con un balance sólido y una política financiera razonable puede verse en problemas cuando la desconfianza envuelve al sistema bancario.
A este fenómeno se lo conoce como “riesgo sistémico” y refiere al riesgo de que a partir de un hecho puntual se genere una crisis que afecte a todo el sistema y no sólo al primer protagonista.
Por este motivo es que el gobierno estadounidense decidió tomar la responsabilidad de salvar a ciertas instituciones y combatir el pánico de los inversores para que no hubiera corridas que alcanzaran a todo el sistema. Sin embargo, cada vez que decide salvar a una institución el Estado asume un importante costo político y un aumento de lo que se conoce como “riesgo moral”: el peligro de que los bancos asuman estrategias financieras imprudentes especulando con la posibilidad de que, llegado el caso, se los termine salvando con fondos públicos. El espíritu del capitalismo
Queda claro que la opinión a favor de que el fisco deba hacerse cargo de los errores de los privados se aleja del espíritu capitalista y de libre empresa predicado en Wall Street.
Además de monetario, cada salvataje tiene un costo importante en términos de contenido ético y de señales que se dan a los mercados.
En este sentido, creemos que el Tesoro de EE.UU. trazó una frontera en el debate al no respaldar un eventual salvataje de Lehman: le puso punto final a la política de priorizar el riesgo sistémico en perjuicio del riesgo moral. Pueden ensayarse muchas explicaciones acerca del momento en que se tomó la decisión oficial, sean centradas en el tamaño del banco, los lazos financieros entre las diferentes entidades, el momento en que se produce el problema, etc., pero lo cierto es que ninguna suena del todo convincente.
Da la impresión de que en algún momento había que poner un freno a la política de salvatajes y así se hizo. De aquí en adelante, los bancos operan bajo su propia responsabilidad, por lo que no sería de extrañar que surjan nuevos inconvenientes en otras entidades.
Fuente: http://www.inversorglobal.com/

BANCA | Una quiebra que cambió Nueva York y el mundo Lehman Brothers, el banco 'zombie' 
Actualizado miércoles 14/09/2011 17:22 horas
La quiebra del banco de inversiones estadounidense Lehman Brothers sacudió hace tres años a los mercados financieros internacionales. Trajo la recesión más grave desde el final de la II Guerra Mundial y personas en todo el mundo sufren hasta hoy las consecuencias. Pero de lo que pocos son conscientes hasta hoy es que que Lehman Brothers existe todavía. El banco vive como "zombie" en el mundo financiero, aunque pronto se acerca su final. Un ejército de abogados y banqueros se ocupa de repartir lo que queda del que en su día fuera el cuarto mayor banco de inversiones del mundo. Liquidan sus negocios, cobran créditos pendientes y tratan de pagar las deudas a sus acreedores, que esperan a su indemnización desde que ocurrió la espectacular quiebra. El 15 de septiembre de 2008 se derrumbó Lehman. El banco sufrió un batacazo por una serie de especulaciones fallidas y arrastró a la crisis a la comunidad financiera, fuertemente interrelacionada. Pero mientras los gobiernos trataban de evitar más quiebras bancarias con el dinero de los contribuyentes, comenzaba el tira y afloja por los restos de Lehman Brothers. Según el estado actual de las negociaciones, los acreedores de la matriz Lehman Brothers Holdings recibirán unos 20 centavos por cada dólar perdido. Hasta el 4 de noviembre tienen de plazo para decidir si aceptan la oferta. Fondos de inversiones importantes han dado ya a entender que la aceptarán. Después, un juez tendrá que dar su "sí" al plan de quiebra, fruto de difíciles negociaciones. Entonces podrá repartirse el dinero y Lehman desaparecerá definitivamente. El banco no ha podido ser liquidado hasta hoy debido a su compleja estructura con muchas subsidiarias y flujos de dinero opacos. Muchas disputas acabaron ante los tribunales. El administrador de quiebras Bryan Marsal prevé que al final puedan repartirse 65.000 millones de dólares (48.000 millones de euros). El dinero procede entre otras fuentes de la venta de bienes inmobiliarios en los que había invertido Lehman, o de operaciones de especulación. Lo mejor del banco de inversiones se lo llevó el británico Barclays Bank pocos días después de la quiebra, al pasar a ocupar la antigua central de Lehman en Times Square de Nueva York. El emblemático edificio recuerda hasta hoy a muchos neoyorquinos la quiebra que cambió su ciudad y el mundo.
FUENTE: http://www.elmundo.es/america/2011/09/14/economia/1316015771.html

Opiniones de especialistas
Análisis & Opinión El caso Lehman Brothers: una falla de dirección corporativa. Arturo Bris Profesor de Finanzas y director del programa de Gestión de Estrategias Avanzadas del IMD.
Lun, 06/21/2010 - 13:40
El reporte del análisis publicado en marzo y preparado en relación con el caso de la bancarrota de Lehman Brothers describe los eventos que conllevaron a la bancarrota más importante de la historia. El caso se aborda en el capítulo 11 de reorganización de los activos de esta compañía, pero ha evolucionado en una descripción que pudiese convertirse en el escándalo contable más grande a la fecha.
Hemos asumido que el colapso de Lehman, en septiembre de 2008, fue la consecuencia de una fatal combinación de intrincadas reglas contables, derivados complejos, avaricia, apalancamiento excesivo y la complacencia de las agencias calificadoras. Además, fue el detonante de una reacción en cadena en todas las instituciones financieras que sufrieron de pánico y de la liquidez congelada que siguió después.
La lectura del reporte de 22.000 páginas muestra por otro lado las impresionantes semejanzas entre los colapsos de Enron en 2001 y Lehman Brothers en 2008.
En Enron, las malas prácticas de los ejecutivos de alto nivel (Ken Lay, Jeff Skilling y Andrew Faston) fueron posibles gracias a la pasividad, tanto del consejo como de la firma auditora. Mediante transacciones pre pagadas, estos ejecutivos de Enron transformaron incrementos en el apalancamiento en flujos de efectivo positivos, sin ningún impacto en el balance y con una estructura sencilla de partidas fuera del balance. La corte examinadora decretó en el capítulo 11 del caso que, en ausencia de las transacciones prepagadas, la razón de deuda a activos hubiese sido de 45% en lugar del 38% reportado en 1999.
¿Suena familiar? El equivalente de Lehman de las transacciones prepagadas es el Repo 105, un fascinante término que, de ahora en adelante, se convertirá en el nuevo ejemplo para engañar a los analistas e inversionistas.
Predigo docenas de libros, casos escolares de negocios y artículos acerca del Repo 105. A través de estas transacciones, Lehman Brothers pudo reducir el apalancamiento en el lado derecho del balance y, al mismo tiempo, reducir los activos (algunos de ellos no deseables) en el lado izquierdo. Las transacciones Repo 105 duplicadas entre finales de 2006 y mayo de 2008, se conocían dentro de la empresa, excedían los límites autoimpuestos por la firma y típicamente ocurrían al final de cada trimestre, cuando la información financiera tenía que ser liberada.
El hecho es tan simple como que el programa Repo 105 transformó una transacción financiera en una enajenación de activos. En un repo típico (abreviatura de “reposición”, en inglés), una institución financiera presta fondos usando certificados de títulos (normalmente de la tesorería) como garantía o aval. Si un banco tiene títulos por US$105, prestará US$100 de otra institución, presentando los títulos como garantía para el préstamo a corto plazo (normalmente de una noche a tres meses). La diferencia de US$5 se le llama “haircut” (descuento), y es tanto el precio de la liquidez del bono como su riesgo.
Los mercados Repo no son nuevos; éstos nacieron a principios del siglo XX y han servido a un propósito muy legítimo. Sin embargo, la contabilidad de los repos es, por lo menos, enigmática. La garantía se queda en los libros del prestatario. La inyección de efectivo aumenta el balance del banco, como si los activos se duplicasen. Como es natural, se genera un pasivo por la cantidad del préstamo debido a que cuando madura el repo, el prestatario regresa el efectivo más los intereses y obtiene de vuelta su título. Originalmente, los repos servían para generar dinero (que de otra forma permanecería inactivo) al circularlo, prestarlo e invertirlo.
Existen diferentes lecciones que el caso Lehman nos enseña. La primera es que tal vez la mayoría de artículos y libros publicados que analizan la crisis financiera de 2008, y el colapso de Lehman en particular, han sido mal enfocados. Sólo hasta ahora empezamos a ver que en el fondo de todas las fallas bancarias, al final, esto es simplemente un fraude.
Un repo también puede estructurarse como una simple enajenación de un activo, en donde la institución financiera vende un título por un precio especificado. Para replicar perfectamente el repo, la institución compra un título similar poco tiempo después y podrá disfrutar de los rendimientos del efectivo invertido durante ese periodo.
Este tipo de transacción presenta diversos problemas. En primera, el título se puede vender a un precio descontado, ya sea porque el mercado no tiene liquidez suficiente o porque nadie desea esos activos (pensemos en los títulos sobre hipotecas en 2008). En segunda, no hay una garantía de que al volver a comprar los títulos, sea a un precio favorable. Sin embargo, tiene la ventaja de que si resulta exitoso, permite a la institución financiera elevar el capital que puede usarse para reducir su apalancamiento, al deshacerse de activos no deseados.
Mágicamente, Lehman Brothers utilizó repos, supuestamente por motivos financieros, pero los contabilizó como enajenación de activos. De esa forma (sin transferencia del activo subyacente), Lehman evadió los dos problemas mencionados en el párrafo anterior y utilizó las ganancias de los repos para reducir su apalancamiento justo antes del periodo de divulgación. Estas ganancias procedentes de los repos contabilizaron US$50 mil millones en septiembre de 2008, lo que representa una cifra superior a los bonos pendientes de General Motors cuando se declaró en bancarrota el año pasado y una décima parte del Producto interno de Suiza en 2008. Gracias al programa Repo 105, el apalancamiento reportado de Lehman (activos a capital) bajó de 13,9 a 12,1 veces en el segundo trimestre de 2008. Una vez más, suena a Enron.
El problema es que no se divulgó. Y debido a las restricciones legales en Estados Unidos con respecto al tratamiento de las transacciones de repos como enajenación de activos, Lehman Brothers las modificó a través de su subsidiaria en el Reino Unido. Estas fueron claramente usadas como transacciones para reducir el apalancamiento, porque de otra manera, Lehman hubiera podido asegurar financiamiento de corto plazo a tasas muy inferiores ¡Un Repo 105 implica un costo de financiamiento del 5% más intereses! Enron también utilizó pre pagos para ocultar el apalancamiento.
Por otra parte, en este punto, la pregunta es: ¿quién lo sabía y de quién era responsabilidad?
La corte examinadora declara que el CEO de Lehman, Dick Fuld niega “cualquier reminiscencia del uso de las transacciones Repo 105 de Lehman” (página 917). Al mismo tiempo reconoce que “la falta de memoria de Fuld debe analizarse por un jurado en contra de otra evidencia” (página 918). En particular, la confirmación de Bart McDade, el último presidente de Lehman, de que tuvo conversaciones específicas con Fuld acerca del uso del Repo 105 de la empresa en junio de 2008.
A pesar de la negación, el reporte también presenta evidencia en contra de los antiguos CFO de Lehman: Chris O’Meara, Erin Callan e Ian Lowitt. Sin embargo, respecto a la junta de directores, quedó claro que “sin excepción alguna, los antiguos directores de Lehman no sabían nada acerca del programa Repo 105 ni de sus transacciones” (página 945). Exactamente igual que en Enron.
Finalmente, existe una controversia en el papel de Ernst & Young y su conocimiento del programa Repo 105. El socio principal de la firma auditora declara que “Ernst & Youg no aprobó la política contable”, en cambio, “se sentía cómodo con la política para propósitos de la auditoría de los estados financieros” (página 949).
Es interesante notar que, mientras la examinadora preguntó a la auditora si Ernst & Young había considerado la posibilidad de que la estricta adherencia a las reglas contables pudiera, no obstante, conllevar a una afirmación errónea en los reportes financieros publicados por Lehman, él “se abstuvo de emitir algún comentario” (página 954). Esto nos trae de vuelta las imágenes de los auditores de Andersen, destruyendo evidencia incriminatoria en el escándalo de Enron.
La conclusión de la examinadora es devastadora: “existe evidencia suficiente para apoyar el resultado de que existe una demanda de violación de ejercicio fiduciario en contra de Fuld, O’Meara, Callan y Lowitt, y una demanda plausible de malas prácticas contra Ernst & Young” (página 991). Además, agrega evidencia de prácticas cuestionables por parte de JP Morgan con respecto a sus solicitudes para la garantía.
Existen diferentes lecciones que el caso Lehman nos enseña. La primera es que tal vez la mayoría de artículos y libros publicados que analizan la crisis financiera de 2008, y el colapso de Lehman en particular, han sido mal enfocados. Sólo hasta ahora empezamos a ver que en el fondo de todas las fallas bancarias, al final, esto es simplemente un fraude.
Lo que nos lleva a la segunda lección: no aprendemos de la historia. La estructura básica de los involucrados en el colapso de Lehman se parece mucho a algunos ejemplos del pasado (Enron, Worldcom, Parmalat). Finalmente, Lehman Brothers no se derrumbó por vendedores faltos con malas intenciones o manipuladores del mercado. Entró en bancarrota antes de septiembre de 2008 y gracias a los mercados financieros se reveló la verdadera historia de la empresa. Ahora es el momento de que las cortes y las reguladoras reaccionen.
FUENTE: http://www.americaeconomia.com/analisis-opinion/el-caso-lehman-brothers-una-falla-de-direccion-corporativa

MERCADOS FINANCIEROS Lehman Brothers: ¿qué pasó de verdad?
 Onésimo Alvarez-Moro 21 de noviembre de 2010 | 07:46
Un reciente artículo de mi compañero, Alejandro, titulado “¿Por qué no se debe dejar caer el sistema financiero?“, habla de la importancia del sistema financiero, como sistema de pagos y como, en su ausencia, tendríamos que guardar nuestros ahorros bajo los colchones. Efectivamente, el sistema financiero es muy importante para la economía, como dice Alejandro, ya que es la grasa de las ruedas de la economía, da la gasolina para el crecimiento y, si se hace bien, es muy importante para impulsar el crecimiento. El sistema financiero a través de sus múltiples integrantes se cuida de gestionar los flujos financieros de la economía y de dirigir estos flujos de los que generan exceso de liquidez a los que necesitan liquidez. Ahora si, eso no quiere decir que todas las distintas entidades financieras que participan en el sistema financiero, los bancos comerciales, los bancos de inversión, las fondos de inversión (los públicos y los privados), etc. son igualmente importantes y no quiere decir que la supervivencia de cada uno de estos componentes sea esencial. Lo primero que pensé cuando leí el artículo de Alejandro es que no hay que confundir los bancos con el sistema financiero. El ejemplo que más se utiliza de las dificultades del sector financiero es el haber dejado caer al banco de inversión estadounidense, Lehman Brothers. Tanto hablar de Lehman Brothers, pues hablemos de la caída de Lehman Brothers. Este es el primero de dos artículos, que intenta aprender la lección de lo que pasó en el caso de Lehman Brothers y el segundo artículo hablará de lo que se debería hacer en el futuro cuando entidades financieras están en dificultad. Lehman Brothers, como todos los grandes, tenía acuerdos financieros con otros bancos de muchos millones de millones y, cuando estallaron sus problemas, como no había solución clara, ni apoyos previstos, se supuso que, con sus rumoreadas dificultades, sus líneas de crédito se limitarían o cancelarían. Como siempre pasa en los mercados financieros, cuando esperas que algo va a pasar, actuas como si pasará y, por lo tanto, los que trabajaban con Lehman Brothers y los que prestaban a Lehman Brothers empezaron a limitar su exposición y dejaron de renovar sus actividades, sus líneas de crédito y sus negocios. Es decir, los rumores de dificultad causaron la expectación de que sus recursos se limitarían y, esperando esto, los que trabajaban con Lehman empezaron a limitar su exposición. En los mercados financieros, siempre se actúa en base a lo que se espera que va a pasar, antes de que pase. Lehman Brothers llegó a su situación, no porque tuvo mala suerte o porque el mercado o los reguladores estaban en contra de ellos. Hacía varios años que se especulaba, por lo menos en su entorno, que Lehman Brothers tenía problemas y que estaba mal capitalizado. Recuerdo que un conocido en esos años rechazó una buena oferta de trabajo porque dudaba de su futuro. Cuando los rumores que proliferaban incrementaron, el mercado lo tomó como confirmación de su debilidad y actuó en consecuencia. Con la lógica actuación de los que rodeaban a Lehman Brothers, se aseguró su caída. En esos momentos, no sólo se dudó de Lehman Brothers. Cuando los bancos empezaron a ver la possibilidad de la suspensión de pagos de Lehman Brothers, también se empezó a cuestionar qué bancos estarían más expuestos en sus vínculos con esta entidad financiera y empezaron a limitar sus actividades con esas otras entidades bajo el punto de mira, y así sucesivamente. El contagio en acción. Las autoridades financieras viendo esta situación dejaron a Lehman Brothers a su suerte y, con su actuación, el contagio tuvo consecuencias mayores. Como dije anteriormente en estas páginas: Es verdad que la caída de Lehman Brothers causó problemas para el sistema financiero pero la causa no es por haberle dejado caer, si no por la forma en que lo hicieron. La incertidumbre y la falta de claridad sobre sus compromisos con otros participantes del sector financiero fueron los causantes del caos posterior, no la caída de Lehman Brothers en si. Garantizar que todos los bancos metidos en el sistema financiero se mantengan abiertos y en las mismas manos no es la forma de permitir que este mercado funcione de forma eficiente y sostenible. Dejarles caer y asegurar que la mala gestión tiene consecuencias negativas es el camino correcto a seguir. Algunos comentaristas ya me han explicado que no creen en la posibilidad de quiebra controlada y algunos me han dicho que deberíamos rescatar bancos una vez, quizás dos, pero no a la tercera, como si los argumentos en contra de la quiebra controlada no existiera ‘a la tercera’. Pues no estoy de acuerdo. No sólo es posible una quiebra controlada, pero se ha visto ya en el pasado, incluso en España misma, y en la segunda parte de este artículo, hablaré de estos ejemplos y de la mejor forma de dejar caer un banco sin poner en peligro el sistema financiero en general.
FUENTE: http://www.elblogsalmon.com/mercados-financieros/lehman-brothers-que-paso-de-verdad

ENTORNO Lehman Brothers: ¿qué se debería hacer con un banco en dificultades?
Onésimo Alvarez-Moro 24 de noviembre de 2010 | 23:54

todo, y traspasaron cajas y activos financieros de manos de los fracasados a manos de los que lo hacían bien, los compradores. Tampoco vimos durante ese proceso ni desplome ni desaparición del sistema financiero estadounidense. Todo esto se hizo con moderación y con tiempo y el sistema financiero estadounidense, no sólo sobrevivió, pero su supervivencia no se puso en duda.
Hace unos días hablé en estas páginas de lo que pasó de verdad con la caída del banco de inversión estadounidense, Lehman Brothers, y de la falta de agilidad y acierto de las autoridades de ese país, con la consecuencia de que el contagio financiero tomó el liderazgo y causó un desplome generalizado en el sector financiero y más allá. Como el caso Lehman Brothers ahora se utiliza como el ejemplo para justificar que los bancos grandes no se pueden dejar caer, el anterior artículo explicó los pasos equivocados que se siguieron en ese caso. Comentaristas de alguno de mis artículos sobre este tema ya me han declarado que no creen en la posibilidad de quiebra controlada y uno me ha dicho que deberíamos rescatar bancos una vez, quizás dos, pero no a la tercera, como si sus argumentos en contra de la quiebra controlada no existiera a la tercera vez. Está claro que no hay que hacer las cosas como se hicieron con Lehman Brothers y es posible hacer las cosas mucho mejor para que el único camino abierto con los grandes bancos no sea el que algunos piensan, el de rescate permanente, y este artículo habla de estos temas. Repito lo que dije en mi anterior artículo que n“o hay que confundir los bancos con el sistema financiero” y tampoco hay que olvidar que, no sólo es posible una quiebra controlada de entidades financieras, pero se han visto ya en el pasado, incluso en España misma. Es importante tener un poquito de memoria histórica para que, como dijo George Santayana, no estemos condenados a repetirla, un problema que yo mismo tengo en estas páginas cuando se me critica por tener ideas y opiniones contrarias a lo que he escrito en estas páginas pero, como es un trabajo tener que volver atrás y documentarse, pues parece que lo que se dijo antes no cuenta. Vamos a tomar algunos ejemplos de intervenciones pasadas que demuestran que bancos o grupos financieros se pueden dejar caer sin “dejar caer el sistema financiero” como preocupa correctamente a mi compañero Alejandro. En 23 de febrero de 1983, un conglomerado de 700 empresas llamado Rumasa fue expropiado por el entonces gobierno español. Este grupo, tenía en su cartera de empresas varios bancos, incluyendo los siguientes: Banco Atlántico, Banco de Jerez, Banca Masavéu, Exbank, AVA, Eurobank y Banfisa, y la causa principal de la expropiación fue que estos bancos no estaban bien controlados y que sus actividades eran muy opacas y que, además, en su conjunto, estos bancos podrían causar daños al sistema financiero español. Sin entrar en las razones por qué se expropió, sólo el cómo, la propiedad de todas estas empresas, incluyendo los bancos, pasó a manos del Estado. Los bancos de este grupo se cerraron o se vendieron y, al final del proceso, el sistema financiero español ni notó la diferencia. Con estos bancos en manos del gobierno, ni sus depositantes ni sus contrapartidas, los otros participantes del sistema financiero, tanto en España como fuera de España, se espantaron precisamente por el cambio de riesgo de un grupo opaco y difícil de definir hacia el riesgo soberano de un país, España. Otro ejemplo se ha visto el 28 de diciembre de 1993, el Banco de España interviene al entonces banco más grande del país, Banco Español de Crédito, Banesto, destituyeron al Consejo completo de ese banco y lo reemplazaron por altos directivos de los distintos bancos del país liderados por Alfredo Saenz, que era vicepresidente del entonces Banco Bilbao Vizcaya y ahora es Consejero Delegado del Banco Santander. Mientras los nuevos directivos se pusieron manos a la obra con los inspectores del Banco de España, el gobierno hizo una subasta para la venta del banco entero, subasta que ganó el Banco Santander. Tampoco vimos ni desplome ni desaparición del sistema financiero español ya que, después de la intervención, el banco estaba en manos sólidas con el respaldo del Banco de España. ni sus depositantes ni sus contrapartidas, los otros participantes del sistema financiero, tanto en España como fuera de España, se espantaron precisamente por el cambio de riesgo de un grupo cuestionado hacia el riesgo soberano de un país, España. Nadie cuestionó su relación con el banco, pocos retiraron sus depósitos y nadie pensó en retirarle sus líneas. Un poco de historia financiera de fuera de España. En Estados Unidos durante los años 1980 y principios de 1990 tuvieron una crisis de muchas de sus cajas de ahorros, los Savings & Loans, problemas muy similares a las que se ven con las cajas en este país. Esos problemas se vieron como resultado de la eliminación de regulaciones, eliminación que liberalizó sus actividades que les permitieron un crecimiento desenfrenado. Otra vez los reguladores fallando en su labor principal, el de regular. En ese caso lo que hicieron es que establecieron el Resolution Trust Corporation (RTC) y nominaron a L. William Seidman, un contable estadounidense como presidente que he alabado en estas páginas. El RTC tomó control de casi 800 cajas alrededor de Estados Unidos y, con el tiempo, fusionó, privatizó y vendió activos al sector privado, con el resultado de que, recuperaron muchos millones de lo que tenían en riesgo, aunque no
 Como dije en estas y en otras páginas, L. William Seidman hizo un magnífico trabajo y lástima que no le nombraron para gestionar la actual crisis. Como dije anteriormente en estas páginas y para no reescribir: Dejándoles caer, reorganizándolas, desguazándolas, cerrándolas, fusionándolas y, en algunos casos, capitalizándolas es el camino para la limpieza del sistema financiero y no es tarde para empezar. Hay formas de hacer eso y de mantener la integridad del sistema con la confianza del sistema de que los compromisos existentes que se han adquirido, compromisos hacia el sistema no los compromisos empresariales, se mantengan. Es verdad que estos procesos costaron dinero público pero dinero público se ha tenido que utilizar de todas formas, lo importante es cómo se hace y quién se beneficia. En todos los casos que menciono, los que llevaron sus entidades financieras al borde de la quiebra, los directivos y los accionistas, perdieron y los sistemas financieros no se desplomaron porque estos recibieron su merecido castigo. Debo tener cuidado cómo lo digo ya que fui criticado por un comentarista, por mi tono, al celebrar que el presidente de Lehman Brothers se encuentre en la calle. Si hubiéramos seguido el camino pasado con Lehman Brothers, el desplome financiero y la incertidumbre financiera no se hubiera visto o no de forma tan grave. Es importante proteger el sistema financiero en general, ya que hace mucho bien para la economía, como ya he hablado en estas páginas, pero las entidades que lo componen pueden sobrevivir o no y, si les ayudamos, que sea con consecuencias y con condiciones, como también he pedido muchas veces en estas páginas, por si alguien quiere molestarse en mirar atrás. Como también he dicho en estas páginas: ...en algunos casos, este sector necesita respaldo por razones peculiares que conlleva. Estas son que, en este sector, incluso un banco en buenas condiciones puede sufrir un problema si la falta de confianza en el banco e, incluso, en el sector en general, puede causar que el banco caiga. En este contexto, se acepta que bancos solventes que sufren una crisis de desconfianza ajena a su situación pueden recibir ayudas, limitadas y bien dirigidas. Por razones del contagio potencial, se entiende la necesidad de estar preparados cuando hay problemas con algún participante del sector financiero, aunque de forma moderada, en casos selectivos, con consecuencias y con condiciones. En este contexto, quiero ver varios elementos de cualquier rescate o ayuda, que incluyen los siguientes:  Que los accionistas del banco ayudado pierdan, o se toma su banco y pierden todo, o se inyecta liquidez a cambio de capital barato, donde pierden en dilución.  Que el consejo y los altos directivos del banco ayudado son destituídos.  Que el consejo y los altos directivos del banco ayudado que se marchan no trabajen más en el sector financiero regulado.  Que el consejo y los altos directivos del banco ayudado devuelvan el 100% de la compensación recibida del banco, en cualquier forma que sea, sueldos, sobresueldos, bonus, pagos a sus planes de pensiones, acciones, casas, aviones, todo, durante los anteriores cinco años, quedándose sólo con el sueldo mínimo para esos años, no es excusa que tienen una alta hipoteca que pagar. Los que llevan a bancos a la ruina son personas y estas deben entender las consecuencias del fracaso de su banco, que es su pérdida económica importante.














Hace unos días hablé en estas páginas de lo que pasó de verdad con la caída del banco de inversión estadounidense, Lehman Brothers, y de la falta de agilidad y acierto de las autoridades de ese país, con la consecuencia de que el contagio financiero tomó el liderazgo y causó un desplome generalizado en el sector financiero y más allá. Como el caso Lehman Brothers ahora se utiliza como el ejemplo para justificar que los bancos grandes no se pueden dejar caer, el anterior artículo explicó los pasos equivocados que se siguieron en ese caso. Comentaristas de alguno de mis artículos sobre este tema ya me han declarado que no creen en la posibilidad de quiebra controlada y uno me ha dicho que deberíamos rescatar bancos una vez, quizás dos, pero no a la tercera, como si sus argumentos en contra de la quiebra controlada no existiera a la tercera vez. Está claro que no hay que hacer las cosas como se hicieron con Lehman Brothers y es posible hacer las cosas mucho mejor para que el único camino abierto con los grandes bancos no sea el que algunos piensan, el de rescate permanente, y este artículo habla de estos temas. Repito lo que dije en mi anterior artículo que n“o hay que confundir los bancos con el sistema financiero” y tampoco hay que olvidar que, no sólo es posible una quiebra controlada de entidades financieras, pero se han visto ya en el pasado, incluso en España misma. Es importante tener un poquito de memoria histórica para que, como dijo George Santayana, no estemos condenados a repetirla, un problema que yo mismo tengo en estas páginas cuando se me critica por tener ideas y opiniones contrarias a lo que he escrito en estas páginas pero, como es un trabajo tener que volver atrás y documentarse, pues parece que lo que se dijo antes no cuenta. Vamos a tomar algunos ejemplos de intervenciones pasadas que demuestran que bancos o grupos financieros se pueden dejar caer sin “dejar caer el sistema financiero” como preocupa correctamente a mi compañero Alejandro. En 23 de febrero de 1983, un conglomerado de 700 empresas llamado Rumasa fue expropiado por el entonces gobierno español. Este grupo, tenía en su cartera de empresas varios bancos, incluyendo los siguientes: Banco Atlántico, Banco de Jerez, Banca Masavéu, Exbank, AVA, Eurobank y Banfisa, y la causa principal de la expropiación fue que estos bancos no estaban bien controlados y que sus actividades eran muy opacas y que, además, en su conjunto, estos bancos podrían causar daños al sistema financiero español. Sin entrar en las razones por qué se expropió, sólo el cómo, la propiedad de todas estas empresas, incluyendo los bancos, pasó a manos del Estado. Los bancos de este grupo se cerraron o se vendieron y, al final del proceso, el sistema financiero español ni notó la diferencia. Con estos bancos en manos del gobierno, ni sus depositantes ni sus contrapartidas, los otros participantes del sistema financiero, tanto en España como fuera de España, se espantaron precisamente por el cambio de riesgo de un grupo opaco y difícil de definir hacia el riesgo soberano de un país, España. Otro ejemplo se ha visto el 28 de diciembre de 1993, el Banco de España interviene al entonces banco más grande del país, Banco Español de Crédito, Banesto, destituyeron al Consejo completo de ese banco y lo reemplazaron por altos directivos de los distintos bancos del país liderados por Alfredo Saenz, que era vicepresidente del entonces Banco Bilbao Vizcaya y ahora es Consejero Delegado del Banco Santander. Mientras los nuevos directivos se pusieron manos a la obra con los inspectores del Banco de España, el gobierno hizo una subasta para la venta del banco entero, subasta que ganó el Banco Santander. Tampoco vimos ni desplome ni desaparición del sistema financiero español ya que, después de la intervención, el banco estaba en manos sólidas con el respaldo del Banco de España. ni sus depositantes ni sus contrapartidas, los otros participantes del sistema financiero, tanto en España como fuera de España, se espantaron precisamente por el cambio de riesgo de un grupo cuestionado hacia el riesgo soberano de un país, España. Nadie cuestionó su relación con el banco, pocos retiraron sus depósitos y nadie pensó en retirarle sus líneas. Un poco de historia financiera de fuera de España. En Estados Unidos durante los años 1980 y principios de 1990 tuvieron una crisis de muchas de sus cajas de ahorros, los Savings & Loans, problemas muy similares a las que se ven con las cajas en este país. Esos problemas se vieron como resultado de la eliminación de regulaciones, eliminación que liberalizó sus actividades que les permitieron un crecimiento desenfrenado. Otra vez los reguladores fallando en su labor principal, el de regular. En ese caso lo que hicieron es que establecieron el Resolution Trust Corporation (RTC) y nominaron a L. William Seidman, un contable estadounidense como presidente que he alabado en estas páginas. El RTC tomó control de casi 800 cajas alrededor de Estados Unidos y, con el tiempo, fusionó, privatizó y vendió activos al sector privado, con el resultado de que, recuperaron muchos millones de lo que tenían en riesgo, aunque no
FUENTE: http://www.elblogsalmon.com/entorno/lehman-brothers-que-se-deberia-hacer-con-un-banco-en-dificultades

Los afectados esperan que se haga Justicia 
Cientos de miles de inversores, perjudicados. El próximo septiembre se cumplirán tres años de la quiebra de Lehman, de la que se dijo que hizo tambalear a Wall Street. En realidad, lo que sucedió fue que la venta de productos tóxicos antes de la quiebra haba sido tan intensa que los perjudicados fueron cientos de miles de inversores en todo el mundo, más de 6.000 en España.

Ante la magnitud de los perjuicios irrogados a la clientela, algunas entidades serias y responsables se distinguieron del resto adoptando al principio de la crisis la acertada decisión de ofrecer distintas soluciones a sus clientes afectados. Sin embargo, el grueso de clientes a quienes sus entidades financieras no les ofrecieron ninguna salida, tampoco están obteniendo una respuesta adecuada por parte de los Tribunales de Justicia. En algún caso, han tenido que soportar que una entidad comercializadora de estos productos tóxicos, como Deutsche Bank, les insultara públicamente acusándolos de "avariciosos" -vista oral en el Juzgado de 1ª Instancia nº 56 de Madrid reseñada por EFE el 22 de marzo de 2011-. Incomprensible reacción de una entidad, Deutsche Bank, que acaba de ser demandada por la Agencia Federal de Vivienda del Gobierno de EE UU, bajo la acusación de engaño para obtener el aseguramiento irregular de emisiones hipotecarias de alto riesgo, que le habría causado unos perjuicios de 1.000 millones de dólares. Esta posición de soberbia frente a los clientes perjudicados es indignante y por lo demás, poco inteligente: no sabemos si la percepción de impunidad que trasciende que siente Deutsche Bank en España tiene que ver con haberse convertido en uno de los accionistas del núcleo duro del 'nuevo' Grupo Prisa. Mientras la clientela sufre las consecuencias de la quiebra de Lehman, la auditora PwC reveló en un informe público que durante su primer año de trabajo en el proceso de bancarrota de Lehman Brothers, había cobrado honorarios por valor de 154 millones de libras (168 millones de euros). Por su parte, el fiscal de Nueva York hasta enero pasado y actual gobernador, Andrew Cuomo, anunció en diciembre una demanda contra la auditora de Lehman Brothers, Ernst&Young -que habría percibido más de 100 millones de dólares en honorarios de auditoría-, por permitir la ocultación contable a través, entre otros, del conocido como 'repo 105', un instrumento de ingeniería financiera utilizado por la banca de inversión para sacar del balance activos problemáticos. En todo caso, las acusaciones de manipulación contable no ocultan el hecho de que las dificultades de Lehman Brothers fueran conocidas dentro del sector financiero y entre la competencia de Lehman, mucho antes de que se produjera la bancarrota. En cualquier caso, la comercialización de los productos ligados a Lehman Brothers no fue tan clara e inocente como algunos sostienen. Ni siquiera la propia bancarrota fue el acontecimiento absolutamente "imprevisible" y "fortuito" que se pretende. 'Sobre el abismo' Henry Paulson era el CEO de Goldman Sachs cuando el presidente norteamericano George Bush lo incorporó a su equipo como Secretario del Tesoro en 2006. Desde ese cargo, Paulson fue uno de los protagonistas directos de la crisis financiera desencadenada tras el colapso del mercado hipotecario norteamericano a causa de las titulizaciones 'subprime', en agosto de 2007, y de la posterior bancarrota de Lehman Brothers en septiembre de 2008. Tras la llegada a la Casa Blanca de Barack Obama a principios de 2009, Paulson fue sustituido como secretario del Tesoro por Timothy Geithner, que era a la sazón presidente de la FED de Nueva York, que preside a nivel federal Ben Bernanke. Una de las primeras cosas que hizo Henry Paulson tras volver a la vida civil fue escribir un libro con el que justifica ante la opinión pública norteamericana su papel en la crisis y su protagonismo en el Plan de Rescate bancario. El libro lleva por título principal 'On the Brink' -'Sobre el abismo'- y fue editado por Grand Central Publishing en 2011, firma integrada en Hachette, que es una de las divisiones del grupo multinacional galo Lagardère. Desde la perspectiva europea y particularmente española, el libro del ex secretario del Tesoro de EE UU es relevante porque desmiente y destruye ciertas ideas preconcebidas sobre el carácter meramente 'fortuito' de la quiebra de Lehman Brothers, que tienen una grave trascendencia jurídica. Paulson describe en su libro sobre la crisis financiera que la crítica situación de Lehman Brothers, con 37.000 millones en activos tóxicos, era perfectamente conocida por importantes actores internacionales del mercado financiero que mantuvieron contactos para hacerse con el grupo siguiendo una operación similar a la que se había desarrollado para el salvamento de otro banco de inversión en situación desesperada: Bearn Stearns, adquirido por JP Morgan Chase en marzo de 2008. Además del sector financiero, la crisis en la que se encontraba Lehman Brothers era conocida mucho antes de la declaración de bancarrota, según Paulson, por el Gobierno del Reino Unido, al que acusa de haber vetado su adquisición por Barclays Bank. En cualquier caso, el veto, de ser cierto, supuso un claro perjuicio para los clientes de Lehman Brothers, pero significó una enorme ganancia para Barclays cuando esta entidad británica adquirió buena parte de los activos más sanos de Lehman inmediatamente después de la quiebra. Efectivamente, según un despacho de la agencia Reuters, los administradores judiciales actuales de Lehman




Brothers acusan a Barclays Bank de haberse quedado con activos valorados en 13.000 millones de dólares pagando sólo 1.850 millones. Además de a Barclays Bank, los nuevos administradores de Lehman Brothers, ya bajo tutela judicial, han reclamado millonarias indemnizaciones a JP Morgan Chase y a Bank of America, habiendo alcanzado importantes acuerdos de restitución de fondos que prueban el hecho de que la industria financiera internacional tenía conocimiento previo de la situación crítica en la que se encontraba Lehman Brothers, pero que maniobró con discreción para transferir masivamente ese riesgo al público para protegerse a sí misma. El hecho de que dicha situación fuera ocultada al público formaba pues parte de una estrategia concertada en la que participaron, con dolo o negligencia, las propias agencias de calificación de riesgos, que hasta el momento mismo de la quiebra engañaron al público concediendo una excelente nota 'A1' a la solvencia de Lehman Brothers. Las dudas de HSBC Según publicó Expansión el 22 de marzo de 2010, citando como fuente el informe del actual auditor judicial de Lehman Brothers, Anton Valukas, otro banco con participación británica, el HSBC, también tomó medidas para "reducir su exposición a Lehman, meses antes de su quiebra. La entidad puso en marcha un plan supuestamente secreto para desvincularse del banco estadounidense. Conocido a nivel interno como 'Proyecto Milán', el plan nació ante los crecientes temores de HSBC sobre la posición de liquidez de Lehman", de tal modo que HSBC redujo a cero su exposición de riesgo con el banco y pidió garantías adicionales en efectivo para su operativa con Lehman. Pero HSBC no era el único banco que negociaba estrechamente con Lehman al albergar dudas sobre su salud financiera. Otros grupos también sospechaban que disponía de mucha menos liquidez de la que se reflejaba en sus cuentas. Al menos otro de los rivales también mostró su preocupación. Según el citado diario, "altos ejecutivos de Merrill Lynch, presionados para igualar los resultados de Lehman, estudiaron las cifras del banco y concluyeron que su rival estaba falseando su posición de liquidez. Aseguran que compartieron sus sospechas con la SEC, equivalente a la Comisión Nacional del Mercado de Valores en España, y la Reserva Federal de Nueva York a principios de 2008". El objetivo de los banqueros de inversión estaba claro: "Quieres abandonar el banco antes de que se produzca una retirada masiva de fondos, porque entonces ya será tarde", explicó un importante ejecutivo a Financial Times. Sin embargo, dado el tamaño de Lehman y la interconexión de sus operaciones con el resto de operadores, esa eventual retirada masiva de fondos antes de la declaración de bancarrota era un escenario inaceptable para la industria bancaria, por lo que optaron por ocultar la situación y transferir las futuras pérdidas a los clientes, comercializando masivavemte al público minorista los riesgos contraídos con Lehman. Citando como fuente el informe de Anton Valukas, se asegura en la misma noticia que "ejecutivos de Citi explicaron que estaban desconcertados por el hecho de que Lehman les pidiera constantemente créditos más altos, dados los 50.000 millones de dólares a los que ascendían sus reservas de liquidez. Un correo electrónico interno de Citigroup de julio de 2008 se preguntaba por qué Lehman no podía usar parte de su liquidez, y Citi reducir significativamente su límite de descubierto diario. "Según autoridades de Citi, durante la primavera de 2008, raro fue el día en el que Lehman no tuvo en algún momento un descubierto". Por su parte, una nota de la agencia EFECOM de 15 de marzo de 2010 citando como fuente al diario The Times, refería que la Oficina de Supervisión del Ahorro de los EE UU también estaba al corriente de las dificultades por las que atravesaba Lehman Brothers, por lo que habría pedido a las autoridades judiciales que se ocupaban de la bancarrota, confidencialidad respecto a ciertos documentos. En la misma nota se afirma que la firma de servicios legales Linklaters también podría estar afectada por las revelaciones del informe del auditor judicial. Alguna entidad comercializadora de productos Lehman Brothers alegará que desconocía las dudas y "planes secretos" para reducir riesgo con Lehman Brothers que tenían entidades como Barclays Bank, Citigroup, Merrill Lynch o HSBC y que también desconocía la situación de extrema debilidad de las cuentas de Lehman, la cual era también conocida por el Gobierno británico y por distintos organismos supervisores de los EE UU además de por la auditora Ernst&Young y la firma de servicios legales Linklaters. Sin embargo, y del mismo modo que el desconocimiento de la ley no exime de su cumplimiento, carece de sentido jurídico que la falta de pericia de un intermediario poco informado o poco conocedor de los productos que comercializa, le exima de ser responsable de los daños que provoque su actividad a sus clientes. Lo cierto es que la situación crítica de Lehman era conocida por Barclays y por miembros del Gobierno británico, además de por el Secretario del Tesoro de EE UU en aquellas fechas, por miembros de la Oficina de Supervisión del Ahorro de EE UU y por un nutrido grupo de ejecutivos financieros de entidades como Merrill Lynch, HSBC o Citigroup. Luego hay que advertir que los tribunales españoles que se han pronunciado en contra de los clientes (ver recuadro a la derecha) están dando por cierto algo que podría ser falso, lo cual tiene una enorme gravedad no sólo en cuanto al procedimiento en cuestión, sino porque compromete el mandato constitucional de protección de los legítimos intereses económicos de consumidores y usuarios. Resulta paradójico y doloroso que estas resoluciones, auténticos fallos en sentido etimológico, vengan a negar aquello que se espera y exige a un profesional financiero serio y diligente: que se haga responsable de proteger los intereses económicos del cliente de acontecimientos que no necesariamente son evidentes para el público en general. Ahí está la capacidad profesional puesta al servicio de los intereses del cliente, del mismo modo que se espera que un médico sea capaz de tratar enfermedades que no son evidentes, mediante los oportunos exámenes diagnósticos; o que un arquitecto, cuando construye un edificio, haga una cata previa del terreno para saber dónde va a poner los cimientos, y no diga luego que una riada 'imprevisible' se llevó por delante las viviendas que hubiera construido sobre un lecho de barro. El lecho de barro tal vez no sea visible, pero al arquitecto se le exige que vea más allá de lo que es evidente sobre el terreno, que ponga su profesionalidad, buena fe y conocimientos al servicio de la seguridad del edificio que construye. Por la misma razón es inaceptable que se exima de responsabilidad argumentando que la caída de Lehman Brothers fue un acontecimiento "fortuito", cuando el daño causado a los clientes es cierto y objetivo, y el lucro es evidente para todas las entidades financieras que participaron en esa red de perniciosa comercialización.







Daño patrimonial objetivo Con independencia de la refutación del carácter de supuesto "acontecimiento fortuito" para negar responsabilidades a los difusores de los daños provocados por la quiebra de Lehman Brothers, con gravísima merma del derecho de terceros que reclaman la tutela de sus derechos económicos legítimos, resulta innegable la existencia de un daño patrimonial objetivo, causado por el mal funcionamiento del sistema financiero en su conjunto, particularmente tras la puesta en práctica de una estrategia de transferencia masiva de riesgos al público. La sociedad exige a los Tribunales de Justicia que adopten cualquier cauce legal que pueda conducir al resarcimiento que merecen los daños que injustamente se hacen recaer sólo sobre quien no es responsable de las mismas. Son las entidades comercializadoras de esos productos con toxicidad patrimonial las que se lucraron con las elevadas comisiones de colocación entregadas por el emisor, luego quebrado, con las comisiones de intermediación y de custodia, con el asesoramiento implícito que supone en algunos casos, haber incorporado esos bonos a su catálogo de productos con nombres tan explícitos y clarificadores como los 'Bonos Fortaleza' de Bankinter. Es evidente que cuando una entidad realiza una estrategia para vender un producto financiero con el nombre de 'Bono Fortaleza' tiene el objetivo de incitar a su adquisición mediante un nombre publicitario que habla por sí mismo, con un resultado muy distinto de si le hubiera llamado 'Bono Basura'. Traspaso de riesgos Es también significativo que en ninguno de los procedimientos judiciales a los que ha tenido acceso esta redacción, se hubiera investigado el posible conflicto de interés, ni la posibilidad de que se hubiera producido un traspaso indebido de riesgos propios del banco al cliente, preguntándose por la procedencia de los bonos, por ejemplo si estaban en cartera de la entidad y se los transfirió al cliente mediante distintas fórmulas. Es razonable y fundada la sospecha de que la comercialización masiva de los bonos emitidos por Lehman a partir de determinada fecha, especialmente tras el derrumbe 'subprime' de agosto de 2007, obedeció no sólo a un ánimo de lucro por el cobro de comisiones de colocación, sino a una decisión de desprenderse de ese riesgo, transfiriéndolo indebidamente a los clientes. La torcida idea de que una supuesta imprevisibilidad genera irresponsabilidad es un elemento clave para la pretensión de impunidad que interesa a los autores de la difusión del daño, puesto que, sin el concurso de las entidades comercializadoras, es evidente que no hubiera sido tan elevado el número de afectados, puesto que Lehman Brothers no tenía esa capacidad directa de comercialización. La Constitución española deja bien claramente establecido en su artículo 51 un rango equivalente de protección para la seguridad, para la salud y para los intereses económicos de los consumidores y usuarios. No se justifica bajo ningún concepto que las entidades bancarias, en las que recae ciertamente una responsabilidad directa en la gestión de los intereses económicos de los españoles, tengan que gozar de ningún grado de impunidad por su contribución a la extensión de daños como los que han sido causados por la toxicidad financiera de Lehman Brothers, mucho menos cuando el sistema bancario en su conjunto ha sido objeto de amplios programas de ayudas públicas. Resulta igualmente deleznable el hecho de que las elevadas notas concedidas por el oligopolio de las agencias de 'rating' anglosajonas a Lehman Brothers antes de la bancarrota, sean interpretadas por un juez español no como una prueba del mal funcionamiento del sistema financiero, sino para negar el resarcimiento de los daños sufridos por inversores españoles perjudicados por la comercialización irresponsable de esas emisiones de deuda, cuando, según fuentes financieras, "todos los informes oficiales de radiografía de la crisis, incluyendo los recientes del Congreso de EE UU y del FMI, señalan el papel clave de las agencias de rating en el origen de la crisis". Moody's, Standard & Poor's y Fitch, que copan el 80% del mercado del rating otorgaron la máxima calificación a productos financieros basura, y posteriormente han estado degradando las calificaciones de la deuda pública de países de la UE por interés de sus principales clientes que son también los principales operadores en el mercado secundario de esa deuda pública, gracias a lo cual obtienen enormes rendimientos mientras se agravan los problemas financieros de los Estados y de la economía real (Nota 1). En EE UU, donde la propia SEC ha acusado a las agencias de "prácticas de calificación engañosas", existen procedimientos judiciales contra las agencias de calificación por sus graves responsabilidades, presentados por distintos organismos perjudicados en los estados de California, Ohio y Connecticut, entre ellos uno de los principales fondos de pensiones de los EE UU. La propia investigación del Congreso de aquél país, que publicó a principios de 2011 sus conclusiones tras casi dos años de trabajo, ha puesto de manifiesto prácticas de concertación de calificaciones entre las agencias y las entidades emisoras. (Nota 2) Los Juzgados Españoles, en la inopia Es evidente que si las agencias de calificación de riesgos ocultaron al público la verdadera situación en la que se encontraba Lehman Brothers era porque convenía a sus principales clientes, algunos de los cuales en una burla al sentido común, también son sus principales accionistas, los cuales estaban precisamente interesados en que el proceso de comercialización a clientes minoristas de los productos tóxicos ligados a Lehman se realizara sin interferencias: todo el sistema financiero en su conjunto fue cómplice de una transferencia masiva a indebida de riesgos. En esta situación es evidente que se está incumpliendo de forma flagrante el art. 79 de las Ley del Mercado de Valores que obliga a los intermediarios financieros a dar absoluta prioridad a los intereses del cliente, mientras que la impunidad que se concede por tan sistemático incumplimiento a las entidades comercializadoras sin conminarlas a reparar el daño causado a los legítimos intereses económicos de sus clientes es contraria al mandato de la Constitución Española. La razonable y fundada sospecha sobre la existencia de una estrategia común de la industria financiera para la ocultación de una realidad de inminente riesgo y consecuente comercialización indebida de las emisiones ´tóxicas´ de Lehman Brothers, es desconocida y pasada absolutamente por alto en algunos Juzgados españoles. Un ejemplo es el de la magistrada Gabriela Reverón González, del Juzgado de Primera Instancia nº 2 de Santa Cruz de Tenerife, para quien, de acuerdo a la sentencia a la que ha tenido acceso este medio, resulta "probado" que la quiebra de Lehman Brothers "se presentó como un hecho fortuito e imprevisible para todas las entidades financieras, sociedades de valores y entidades supervisoras de los mercados nacionales y extranjeros e incluso para las agencias de calificación de la solvencia de los emisores que en esas fechas atribuían a Lehman un rating de A1".







La magistrada Gabriela Reverón no es la única que declara sorprendentemente probado el carácter presuntamente "fortuito" de la mayor quiebra de la historia, puesto que su colega del Juzgado de Primera Instancia nº 9 de Las Palmas de Gran Canaria, Juan Luis Egea Marrero, también argumenta en una de sus sentencias analizadas por esta revista que "la suspensión de pagos fue imprevisible" y, por tanto, que "no se le puede imputar al banco negligencia por no poder prever lo que fue imprevisible". Nota 1. La Comisión Europea comunicó a principios del pasado mes de mayo la apertura de dos investigaciones antimonopolio en el mercado de los seguros de impago de deuda (CDS). Bruselas considera que 16 grandes bancos de inversión norteamericanos, británicos, franceses y alemanes podrían haber incurrido en prácticas contrarias a las leyes comunitarias al operar en secreto o con abuso de posición dominante para controlar la información de este importante mercado. Es decir, que especularon irregularmente con la deuda soberana, en paralelo a la inestabilidad provocada por las agencias de calificación. Nota 2. El mayor fondo público de pensiones de EE UU presentó en 2009 una demanda en el Tribunal Superior de California contra las tres principales agencias de calificación, Fitch, Standard&Poor´s y Moody´s, en la que argumenta que habría sufrido pérdidas superiores a 1.000 millones de dólares como consecuencia de la debacle de productos estructurados (SIV), que contaban con las mejores calificaciones por parte de Fitch, Moody´s y S&P. Los SIV son vehículos de inversión estructurada que incluyen préstamos y deuda, especialmente hipotecas basura y obligaciones colaterales de deuda, promovidas por los bancos de inversión. Riesgo reputacional La falta de respuesta ante los daños patrimoniales causados a los clientes no es sólo un grave riesgo reputacional para las entidades bancarias, sino un signo de debilidad y falta de consistencia: así lo ha entendido recientemente el banco suizo UBS -que prometió hace unos meses, mediante una singular campaña publicitaria, trazar una línea respecto a anteriores políticas-, que ha llegado a un acuerdo con el organismo regulador estadounidense FINRA para pagar 10,75 millones de dólares, incluyendo 2,5 millones de multa, por haber asesorado mal a clientes sobre productos asociados al quebrado Lehman Brothers. "Entre marzo y junio de 2008, cuando la crisis del crédito empeoraba, UBS hizo la promoción" de "títulos estructurados como inversiones protegidas", sin subrayar "que se trataba de obligaciones no aseguradas del banco Lehman Brothers, que terminó declarando quiebra en setiembre de 2008", explicó la FINRA. En el mismo sentido de rectificación de errores cometidos, Robert Diamond, consejero delegado de Barclays -entidad acusada de beneficiarse directamente de la quiebra de Lehman al adquirir sus mejores activos a bajo precio-, ha afirmado recientemente al hilo de una sentencia judicial en Gran Bretaña que les obliga a compensar a millones de clientes afectados por una mala práctica de comercialización de seguros ligados a hipotecas, que "no siempre hacemos las cosas bien para nuestros clientes. Cuando las hacemos mal, pedimos disculpas y las arreglamos".















FUENTE: http://www.crisis-lehman.com/REVISTA/articulos/GestionNoticias_477_ESP.asp







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